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Beneficios del congelado de productos

Origen, calidad de la congelación, proveedores de referencia…nuestra máxima.

¡¡Desde 1979 con vosotros!! En Congelados Rivera nos tomamos muy en serio donde y quien congela nuestros productos.

El proceso de congelación conserva los nutrientes, detiene el proceso natural de degradación y evita el crecimiento de bacterias.

La congelación de los alimentos se ha convertido en la técnica de conservación más usada y efectiva.

Las numerosas ventajas que tienen para la correcta alimentación en este estilo de vida que llevamos en la actualidad tanto para mayores como adultos como niños, hace que tengamos una gran variedad de alimentos congelados idóneos para una dieta equilibrada.

Pero, ¿qué hay que saber de los productos congelados y cómo sacar el máximo partido de ellos?

LO PRIMERO QUE HAY QUE SABER ES QUE:

“CONSERVA LOS NUTRIENTES, DETIENE LA DEGRADACIÓN NATURAL DEL PRODUCTO Y EVITA LAS BACTERIAS”.

Recomendaciones para comprar alimentos congelados:

  1. Comprar únicamente paquetes limpios y sin roturas.
  2. No coger los envases con escarcha, los que se muestren blandos al presionarlos con los dedos o aquellos en los que el producto se encuentre apelmazado. Ello indica que, en algún momento, almacenamiento, transporte, etc., se ha roto la cadena de frío.
  3. Comprobar que el producto está bien etiquetado y que reseña peso, fecha de congelación y de caducidad o consumo preferente, así como normas de almacenamiento y preparación.
  4. Hay que procurar que estos comestibles sean los últimos en ser adquiridos durante sus compras en el supermercado, a fin de que permanezcan el menor tiempo posible a temperatura ambiente.
  5. Observar el glaseo del producto. El glaseo es la capa de agua de protección… depende de las necesidades del producto pero cuanto menos mejor.
  6. Comprar en tiendas especializadas. Los orígenes, la calidad y la orientación profesional os dará muchas satisfacciones.

Ventajas de la congelación:

Seguridad e higiene. La paralización bactericida y de putrefacción del producto es radical. Es su mayor baza.

Frescura. Si se ha mantenido la cadena de frío, en algunos casos mejor que fresco. De su captura en alta mar a los túneles de congelación… en menos de 5 minutos.

Valor nutritivo. Casi todos los nutrientes de los alimentos congelados se mantienen sin pérdida alguna.

Universalidad. Con los avances tecnológicos la mayoría de los alimentos -crudos o ya cocinados- se pueden congelar.

Economía. De los productos congelados se aprovecha todo y eso supone a veces una ventaja. Por ejemplo, cuando se compra pescado fresco se desecha entre el 30 y el 40% de la cantidad comprada.

Todo el año. Cualquier referencia en cualquier momento del año aunque no sea temporada al disponer de una larga fecha de caducidad.

Comodidad. Los alimentos congelados son fáciles de almacenar y vienen preparados para ser cocinados o calentados.

No hay que olvidar que la congelación inmediata de un alimento tras su recolección o captura impide que empiece siquiera a degradarse garantizando además la ausencia de parásitos.

Trucos para congelar en casa

  • Pescado. Teniendo en cuenta que a las tres horas de su captura empiezan ya a aparecer en el pescado sustancias nocivas que pueden provocar reacciones alérgicas e intoxicaciones es recomendable comprar pescado ultracongelado en alta mar en el mismo momento de su captura. Si compra pescado fresco en el mercado consúmalo inmediatamente. Eso sí, no lo congele de nuevo si ya lo había estado antes.
  • Mariscos. Deben congelarse crudos, en bandejas y separados unos de otros. Para descongelarlos es suficiente meterlos en agua hervida con sal durante tres minutos.
  • Verduras y hortalizas. Para congelarlas es necesario lavarlas, quitarle las partes no comestibles, escaldarlas y dejarlas enfriar antes de introducirlas en el congelador. A la hora de descongelar hay que ponerlas directamente a hervir. Las verduras que mejor admiten la congelación son las espinacas, las alcachofas, los guisantes, las coliflores, las zanahorias y las judías verdes.
  • Carne y aves. Si van a congelar piezas enteras se aconseja que se elimine de ellas toda la grasa que pueda así como la piel y los huesos. Si las piezas pesan más de dos kilos conviene trocearlas.
  • Legumbres y frutas. Se prestan bien a la congelación siempre que estén maduras, sean frescas y no tengan picaduras de insectos, moho o manchas. Las legumbres deben escaldarse y dejarse secar. En cuanto a las frutas deben pelarse antes o lavarlas y luego cubrirlas con azúcar o almíbar. Las patatas y las pastas no son aptas para la congelación. Las primeras, se endurecen y las segundas, se ablandan. Tampoco resisten bien la congelación la lechuga y los champiñones.

Si algo hemos aportado…nos quedamos satisfechos.

Disfrutar del congelado pues es unos de los mayores avances de la historia. Sean felices.